Una semana después del fallecimiento del animal que acertó en todos los pronósticos del Mundial, se conoció a su reemplazante, un molusco procedente del sur de Francia
Berlín (EFE). El nuevo molusco cefalópodo, que cuenta con cinco meses de vida, ocupó a las 12 del mediodía el que será su lugar de residencia para, se supone, el resto de sus días. El legado que hereda no es otro que “la admiración mundial” ante la capacidad de poder predecir los resultados de los partidos de una de las competiciones deportivas con mayor número de seguidores en todo el planeta, el Mundial de Fútbol.
Su antecesor, Paul, logró arrebatar una parte importante del protagonismo durante la competición a los propios jugadores, ya que además de aparecer en las portadas de los periódicos de medio mundo, hasta 600 cadenas de televisión llegaron a retransmitir imágenes suyas mostrando sus dotes de adivinación.
Paul II, de color rosado y con 30 centímetros de largo, se mostró tímido en sus primeros minutos en la nueva pecera, cuando se agarró con sus ocho tentáculos a una esquina del recipiente. Sin embargo, pronto se soltó y comenzó a nadar de un lado para otro de la pecera, dejando que sus decenas de ventosas y su cuerpo viscoso fueran fotografiados por los camarógrafos al tiempo que sus prominentes ojos comenzaban a acostumbrarse a los flashes.
La próxima competición futbolística importante a nivel internacional será la Eurocopa 2012 de Polonia y Ucrania, donde el nuevo cefalópodo, que ya habrá pasado dos años en la pecera, tendrá ocasión de demostrar al mundo si está a la altura de su predecesor.
Todavía no está decidido si Paul II hará pronósticos de partidos, explicó el portavoz del acuario Sealife de Oberhausen. “Primero tenemos que ver si tiene los mismos dotes proféticos que su antecesor”, dijo.
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